El handicap de golf es una medida numérica de la capacidad de juego de un golfista aficionado. Se puede utilizar para calcular un puntaje neto del número de golpes que juegan en realidad, lo que permite a los jugadores de diferentes niveles competir unos contra otros en igualdad de condiciones. Los handicaps son administrados por los clubes de golf nacionales o las asociaciones de golf. Las reglas exactas para el cálculo de los handicaps pueden variar en cada país. Estos sistemas de handicap no se utilizan en el golf profesional.

El handicap se calcula con una fórmula aritmética específica, que se aproxima a la cantidad de golpes más que el par que un jugador debe ser capaz de conseguir. La R&A (en la actualidad una organización independiente del Royal and Ancient Golf Club), con sede en St Andrews (Escocia) es la responsable de autorizar los sistemas de handicap en todos los países donde se juega al golf, salvo en los Estados Unidos y México (donde se aplican las normas de la Asociación de Golf de Estados Unidos).

El puntaje neto de un golfista se determina restando el handicap del jugador de la puntuación bruta (el número de golpes reales). Se comparan las puntuaciones netas de todos los golfistas que compiten y, en general, gana la puntuación más baja.

El handicap de un jugador muestra su potencial, no su puntuación media como es la creencia común. Aunque hay muchas variaciones en los cálculos, en general se basan en su historial de rondas actual y en la dificultad del campo. Por tanto, no es una medida fija sino que se ajusta regularmente, aumentando o disminuyendo según la trayectoria del jugador.